domingo, 30 de diciembre de 2018

El tiempo que se va.

Tengo desde septiembre queriendo escribir algo distinto pero no he podido, normalmente son recuerdos que me llegan cuando estoy en el mejor punto de la embriaguez, desgraciadamente olvido lo que quería escribir, porque borracho. Espero que pronto pueda hacer las cosas justo como quiero.

Entonces tendré que hacer lo de siempre, escribir un poco sobre este año. Hablando del mes diciembre sólo puedo decir que sigo afectado por la costumbre de estar pensando en el ayer y en el mañana, fue un bonito mes pero no me puedo quitar ese sentimiento tan extraño de "siento que no disfruté tanto como debería", cosa que es totalmente falsa.

La navidad es uno de mis días favoritos, este año fue muy distinto, fue muy extraño, caí en depresión y estuve aquí en mi casa tomando solo hasta las 11:30 de la noche. Sigo pensando que igual pude no asistir a la cena y nadie lo hubiera notado.

Del año nuevo no espero nada, como siempre, sólo cambia un número, todo sigue igual.

Lo mas notable de este año fue que los mental breakdowns son cada vez más severos, lo peor fue que antes tenía dos de las mejores  medicinas para esa situaciones: ejercicio y alcohol.

Tenía, porque el ejercicio ya no me ayuda, de hecho, al terminar de correr el malestar es muy notable, pero mientras tenga el alcohol no hay problema.

He intentado, en serio, he intentado demasiado dejar de tomar, pero simplemente no puedo. Siento que si lo hago me voy a volver loco, es medicina, neta.

Este año vi a Sleep, of Montreal, Explosions in the Sky, The Chemical Brothers, Digitalism, MGMT, Death Cab for Cutie y los favoritos: Nine Inch Nails (dos veces, gracias a Salvador que me consiguió el boleto en el plaza). ¿Qué les puedo decir? Fue hermoso, en serio, siempre he pensado que hasta un no-fan de Trent Reznor debería asistir a uno de sus shows, es simplemente hermoso.

Extrañamente estando de vacaciones, en ese viaje me dio un ataque de depresión, pero pues, esas cosas pasan.

No puedo decir que el año apestó, porque pasaron cosas muy padres y diferentes, pero eso no cambia mi forma sentir las cosas.

¿Qué espero del próximo año?

¿Para qué?

¿Por qué esperar algo de esta vida tan horrenda?

Yo estoy bien, lo único que sigo esperando es que llegue ese día en el que me diré que ya ha sido suficiente.

viernes, 30 de noviembre de 2018

Después.

Me atrevo a decir que en una gran parte (o a lo mejor toda) de mi vida he estado con mi pasado en mente. Todo me recuerda a algo que me va destapando un recuerdo bueno o malo, uno tras otro. Como cualquier otra persona. Estos recuerdos provocan emociones muy fuertes en mí.

Últimamente estos pensamientos me han llevado a darme cuenta de cosas que en su momento pasaron desapercibidas. En un principio pensé que sólo eran idea mías, pero al final todo tuvo sentido. Durante muchos años me rodeé de las personas equivocadas, personas que no pedían mi compañía y que aún así yo siempre estuve ahí.

Era feliz con las personas que me rodeaba, pero en realidad era feliz sólo porque yo quería ser feliz, porque para aquellas personas no era más que un idiota que estorbaba.

Lo veo como algo malo sólo por el hecho de que eso habla muy mal de la mala percepción que tenía yo para las cosas. Hoy en día mi percepción no es la mejor del mundo, pero definitivamente ha madurado mucho, supongo que es por eso que hasta ahora es que lo entiendo mejor.

Tuvieron que pasar muchos años para quedarse solos y ahora sí pedir compañía, llenar espacios vacíos con gente de la que antes hablaban pura mierda, pero que ahora es lo que hay.

Extrañan cuando ya no estás, parece que se olvidan por completo de que uno siempre estuvo ahí.

Me enferma ese concepto de "amistad" que tienen, me enferma que algo tan importante se lo tomen tan a la ligera.

domingo, 14 de octubre de 2018

Espiral.

Desperté, eran las 10:00 am, tenía tiempo para pensar en qué sería lo que podría desayunar. Es la hora límite, ya que después de las 11:00 am me es imposible pensar en eso.


Analicé todas las opciones, que en realidad son pocas. ¿McDonald's? es rápido, está cerca y pago con tarjeta. Lo descarté porque tenía ganas de un alimento más "real". También pensé en ir a la cafetería de siempre, pero no, qué oso que la señora ya me conozca y sepa qué es lo que voy a pedir. Descartado.

Entre toda la meditación dieron las 10:50

Me levanté de mi cama y recordé que en el mueble tenía una torre de monedas, según mis cálculos eran unos ochenta pesos y así me evitaría la vuelta al cajero. Era suficiente para comprar gorditas, me pareció buena idea, no se tardan, no quedan tan lejos y tenía tiempo sin comprar.

Subí al carro y recordé que tenía que poner gasolina, tacha para mis planes, me cagan las paradas inesperadas. Cuando estaba cargando gasolina recordé que tenía que comprar caguamas. Error, en el Modelorama no aceptan tarjeta, entonces debía ir al cajero, pero primero por las gorditas antes de que se hiciera más tarde. Las gorditas que me quedan cerca estaban cerradas, en ese momento debí abortar el plan e ir a la cafetería o a McDonald's, pero no sé en qué chingados estaba pensando, que me aventuré a ir por unas gorditas a las que tenía tiempo sin ir.

Sorpresa, se tardaron treinta minutos en darme las tres gorditas, me cansé de esperar en ese lugar lleno de moscas y al final me percaté que el wey agarraba el dinero y las gorditas sin lavarse las manos. Me dio mucho asco, lo peor, las gorditas en realidad eran horribles.

Salí encabronado y con prisa hacía el cajero, porque no sabía a qué hora cerraban el Modelorama (aquí en el rancho los domingos venden cerveza durante poco tiempo).

Llegué al cajero y estaban surtiendo justamente el cajero que yo necesitaba. Ni pedo, tuve que usar el de Banamex. Cuando iba de salida vi que estaba abierto el McDonald's donde sólo venden nieve y esas cosas, entonces me pareció buena idea comprar una malteada. Realmente no sé que estaba pensando, la dejé a la mitad, es pura pinche azúcar.

Pagué con un billete de doscientos y me regresaron ciento setenta pesos en puras monedas de cinco pesos, porque soy la persona con la peor suerte mañanera de este planeta.

Salí más encabronado y me dirigí hacia el Modelorama, todo bien.

Las gorditas eran horribles, una la tiré a la verga.

Todo hubiera sido más sencillo si sólo hubiera ido al pinche McDonald's y ya. Todo hubiera sido más sencillo si no hubiera salido de mi cama.

Las cosas sencillas son las que más me encabronan, por eso no hago cosas, por eso no salgo de mi casa, porque cuando salgo me pongo de malas.

domingo, 30 de septiembre de 2018

Balsa.

Afortunadamente he estado tan ocupado que no he tenido tiempo de ponerle atención al malestar, esta vez no se ha hecho tan presente, aunque aparece en cada oportunidad, pero mi atención se queda en el trabajo.

He estado pensando mucho en el pasado, demasiado. No sé si eso sea bueno o malo, pero hay recuerdos que aparecen de la nada y en realidad me sacan mucho de pedo.

Cosas que pasaron hace años y siento como si hubieran ocurrido ayer. Cuando paso por algún lugar en el que haya ocurrido algo, inmediatamente aparece la escena en mi mente, cosas que no iba a recordar de alguna forma.

Me he puesto a reflexionar sobre mi problema y me saca mucho de pedo que fue hace (relativamente) poco tiempo cuando empecé a ponerle atención. En mi adolescencia no sabía que me ocurría, sólo me sentía mal y ya, no hacía nada al respecto, por eso mismo, porque no sabía qué era lo que ocurría.

Es raro cuando pienso que mis padres nunca notaron nada, sólo era el wey "raro" o "menso" según mi papá. Hace unos años tuve una discusión con mi padre y recuerdo haberle reclamado algo y para el fue así como "sí, sí, tus problemas sentimentales" (jaja, sí, así dijo). Me molesté bastante, pero desde entonces comprendí que el jamás lo iba a entender. Después recuerdo a mi madre, tuvieron que pasar muchos años, pero por alguna razón se dio cuenta y fue la que me atendió. No sé si entendía el problema, pero hizo lo que pudo, hasta la fecha le sigo agradeciendo su gran tolerancia hacia mí.

Esas son el tipo de cosas que tengo que escribir porque siento que en algún momento van a desaparecer de mi mente.

Es lo mismo en otras situaciones, por ejemplo con las personas a las que les tengo mucha confianza les cuento cosas que solamente yo sé, de alguna manera eso me ayuda a saber qué fue lo que conté, personas diferentes saben cosas diferentes. Hace poco estaba hablando con una de mis mejores amigas y le conté cosas que de la nada fueron apareciendo en el momento, cosas que no recordaba. Al final fue algo como "wey, ¿por qué le contaste eso?" pero luego recuerdo la mecánica y pues, está bien, son contadas las personas que conocen de mi vida personal.

Hasta hace poco que mis amigos me cuestionaron, tenía la idea de que ya no tomaba tanto, ya me puse a hacer cuentas y creo que sigo tomando lo mismo, simplemente ya no lo hago a diario.

No sé, es domingo, estoy tomando y no tengo ganas de pensar.

Tampoco tengo ganas de volver a leer, sí hay algo mal escrito o faltas de ortografía la verdad me vale verga, no es como que alguien venga a leer este chiquero.






viernes, 31 de agosto de 2018

Después.

Han sido demasiadas las personas que me han preguntado a quién va dirigido el 'hate ' en Instagram, Twitter o en el blog.

La verdad es que no puedo creer que asuman que todo lo que dice una persona es para atacar a alguien, neta, ¿cómo vergas viven?

Son contadas las veces en las que ese odio no es para mí.

Es lo normal, me odio, escribo sobre mí, me ayuda a entender más lo horrible de las cosas.

Pero en serio, dejen de pensar así, me hacen creer que se la pasan buscando víctimas.

Pero nada lejos de la realidad, es lo que he dicho desde hace mucho tiempo, desgraciadamente las personas de las que me rodeé durante años, eran personas que vivían alejadas de la autocrítica, son lo que esperan que te ofendas cuando dicen una pendejada y se enojan porque no te enojas.

Yo no, yo me odio un chingo.

martes, 24 de julio de 2018

Para mí.

El día de hoy todo volvió a la normalidad, el vacío regresó.

Les soy honesto, hace dos semanas me puse a pensar en el tiempo que había pasado siendo otra persona, un pensamiento breve, el hecho de tener eso en mente (por más breve que sea) me preocupa, siento que es como "llamar" al malestar. Hoy revisé mis apuntes (sí, llevo un registro) y en lo que va del año no había pasado tanto tiempo siendo otra persona. Rompí mi récord, no sé cómo ocurrió, sólo fue así y ya.

Estaba tan bien que me olvidé de muchas cosas que me estaban agobiando, ahora por arte de magia todas esas cosas están de regreso.

¿Saben qué es horrible? El hecho de venir a escribir motivado por el malestar.

En realidad dejé unos borradores que pensaba mostrar, pero se jodió mi computadora por un tiempo y ahora pasó esto, entonces ya será después.

Estuve alejado un tiempo de cierta actividad, no sirvió para despejar mi mente, no tanto como esperaba. Eso sí, el consumo de alcohol se incrementó e increíblemente no empeoró las cosas. Al contrario, todo fue bonito mientras duró.

Hace días pensé en qué tan cerca podría estar del alcoholismo, y qué pendejo, pensé mal, estoy muy lejos de eso. Pero sí algún día llegara a caer en eso, agradecería me lo recalcaran.

Al aislamiento lo he tenido muy presente, casi a diario, no hace mucho se me ocurrió que había llegado a una conclusión y qué tal vez ya podría dejarlo, pero no fue así, estoy muy lejos de tener una conclusión. Realmente lo necesité, no fue un capricho, fue necesario y es algo que aún se requiere, no sé hasta cuándo mi mente pueda tolerar tanto.

No sé qué tanto tiempo más se va a prolongar, pero seguro que no es poco.

He estado escuchando mucha música "satánica", no sé si estoy entrando en una transición musical otra vez, se me hace raro, ya que creo sólo he tenido dos y la segunda fue realmente larga. No sé, a lo mejor es sólo un escape rápido, desconozco si entraré de lleno. Tengo mis dudas.

He estado escuchando.

He estado pensando.

He estado olvidando.

Una vez más terminé escribiendo algo completamente distinto a lo que tenía en mente.

Todo es una mierda, todo siempre es la misma mierda, todo.

martes, 5 de junio de 2018

El túnel.

El panorama era desconocido y nunca había sido tan notable, durante años siempre fue lo mismo, era parte de mi forma de ser, cerrado. Hasta la fecha lo soy, pero no con la misma magnitud. 

Me he tomado la molestia de hacer cosas que en años anteriores jamás hubiera hecho.

Empecé a permitir cambios en mis relaciones, cosa rara, pero noté que así las cosas mejoraban de alguna manera. Durante un tiempo sentí que la mente ya no era tan exigente, quiero creer que fue cuando me empecé a rodear de personas distintas.

Y si no fue así, entonces no sabría decir.

Al final todo se fue a la mierda, me di cuenta de que las personas que pensé "me entendían", en realidad no entendían ni un carajo.

Es por eso que no quiero que me entiendan, no quiero nada.

La verdad es que nada mejora, simplemente deja de ser tan malo.

jueves, 31 de mayo de 2018

No importa.

Han sido días muy pesados.

Ayer fui al hospital, odio ese lugar.

No tolero a las personas.

Odio manejar.

A veces siento que no nací para tener tantas cosas en mi cabeza, hay días en los que es horrible, las cosas no dejan de dar vueltas en mi mente y no me llevan a ningún lado.

Últimamente me he preguntado cómo es la mente de otras personas, no me gusta pensar.

Fui a una mina, vivir en medio de la nada no suena tan descabellado.

Después recordé muchas cosas que estaban escondidas en algún lugar de mi mente, cosas que van y vienen, cosas que me traen horribles recuerdos. Cosas que ocurrieron y que no sabía en dónde estaban.

A veces extraño ser alguien más.

Son las 12:15 de la mañana. Normalmente a esta hora es cuando más odio estar vivo.

Es jueves, en días como estos las cosas no siempre dejan de ser tan malas. 

A veces sí.

viernes, 4 de mayo de 2018

A la distancia.

Era el verano de 1996, en ese entonces la empresa en la que trabajaba mi padre, organizó por primera vez los famosos cursos de verano, evento que hasta la fecha siguen realizando, la diferencia es que hoy en día se llevan a los niños a un recreativo en donde hay alberca, canchas de football, baseball y muchas cosas por hacer, en aquellos años nada de eso existía, sólo nos llevaban a unos jardines que estaban en la misma empresa.

Éramos mi hermano mayor y yo, reunidos con un grupo de niños que a mí no me interesaba conocer. Porque como para cualquier otra actividad recreativa, mis padres nunca me preguntaron si quería o no participar, era un "vas a ir". Y qué bueno que siempre fue así, porque de haberme preguntado, nunca habría aceptado realizar todas esas actividades deportivas en las que participé de mala gana.

De mala gana y aún así muchas veces me la pelaban, pero como en todo, nunca me ha interesado sobresalir.

En esos jardines, pues, no había mucho por hacer, por lo que los "instructores" tenían que ser muy creativos. No eran instructores, eran unos weyes que me imagino eran hijos de los trabajadores o posiblemente también eran trabajadores de la empresa. De lo poco que recuerdo, supongo que no pasarían de los 25 años de edad.

De creativos no tenían mucho, todas las actividades consistían en correr como idiotas, pero con alguna pequeña diferencia, agarrar un globo y correr, hacer sentadillas y correr más, hacer lagartijas y correr más rápido, cualquier pendejada que se pudiera hacer y después seguir corriendo.

Y jugar fútbol, claro.

También recuerdo que para el último día del "curso" nos íbamos a pintar para jugar a la guerra con globos llenos de agua, en ese momento mi hermano y yo pensamos en algo como "vaya, estos pendejos por fin organizaron algo diferente y divertido". Cosa en la que al final ni siquiera participamos porque el día en el que íbamos a realizar esa actividad teníamos que viajar a la ciudad de México.

Al final nos fuimos y no nos despedimos de nadie, sólo nos quedamos con unos paliacates que nos regalaron al momento de formar los equipos, mi hermano tenía uno de Slayer y yo uno de las Panteras de Carolina.

Mi equipo perdía en todas las actividades, siempre teníamos el último lugar. En una ocasión estábamos corriendo en algo parecido a unos relevos, yo iba a finalizar la carrera y obviamente eso no iba a contribuir mucho a evitar quedar en el último lugar.

Recuerdo que al momento de llegar a la meta y mientras trataba de no echar mis pulmones por la boca, le dije a mis compañeros:

"No manchen, soy muy malo corriendo."

(La verdad no estoy seguro si en aquellas épocas ya decía "no mames" en vez de "no manches", pero supongo que a esa corta edad el "mames" aún no existía.)

Uno de esos idiotas me observó con sorpresa y dijo:

"No manches, ¿Ya escucharon a este tonto? Está diciendo que es muy malo corriendo, que es un maleta."

Y pues, no supe qué decir, digo, era un idiota repitiendo lo que yo había dicho, no entendía lo malo.

Tiempo después entendí que intentaba burlarse de mí y eso siempre me sacó mucho de onda. Hasta la fecha no entiendo de qué se trata eso de "hacer menos" a otra persona. La autocrítica siempre ha sido algo muy mío, soy de esos que piensan que uno debe conocerse y aceptarse a sí mismo para entender que lo que hagan los demás no es motivo de burla. Claro, no ha sido algo que he practicado toda la vida, pero es algo que se tuvo que formar con el tiempo. Y es que sí me harta un chingo ver a personas de mi edad todavía con esa mentalidad tan idiota.

Creo que es por eso que me desespero un poco al ver que los demás son incapaces de escuchar, nadie pide que entiendan las cosas, muchas veces sólo es escuchar.

Y ya no supe cuál era la idea principal al escribir esto, supongo que aquí se termina. Es viernes, mi estómago me está matando, mi depresión apareció hoy y pude controlarla poquito. Tenía hartas ganas de salir pero todo parece indicar que mejor me quedaré en cama.

No sé, tal vez más noche me levante a prepararme unos tragos y a emborracharme escuchando música.

miércoles, 11 de abril de 2018

Gota a gota.

¿Será que en realidad nunca se podrá salir de esto?

Me hablan del "estado de ánimo" como si fuera algo que yo elijo.

Confunden el malestar con simples caprichos, se expresan como si tuvieran idea de las cosas.

Hablan a lo pendejo, ya me tienen pinche harto.

A veces sí anhelo mucho que ya sea mi último tema.

Todo termina por derramarse.

lunes, 2 de abril de 2018

En abril.

Creo que nunca había hecho tanto berrinche por el cambio de horario, normalmente es algo que me vale verga pero en esta ocasión no fue así, supongo que va con la oleada de cosas que he detestado en estos últimos días.

(Aquí va la parte en la que digo que no puedo creer (que en realidad, pues, sí puedo creer) la rapidez con la que llegamos al mes de abril, lo pongo entre paréntesis porque en realidad es un pensamiento, ustedes no están leyendo nada de esto.)

Qué barbaridad, a este paso mañana tendré cuarenta años. ¿Se imaginan tener cuarenta años? Qué horror, neta, qué horror vivir tanto.

Los días de la "semana santa", esos días le encantaban al Isaac de hace no mucho tiempo atrás. Es la parte del año que marca todo lo que no me gusta y me trae recuerdos espantosos. Uno de esos es que ya empezó la temporada de baseball y ya no me atrae la idea de irme a emborrachar a ese lugar.

Ojalá y el año se vaya rápido para que llegue la semana santa y pueda hacer las cosas que me gustan con la gente que quiero.

El martes pasado terminé en el hospital por un insoportable dolor de estómago, al parecer toda esa mala vida por fin está reclamando lo que es suyo, un horrible y descuidado estómago. La recomendación fue que no tomara ni una gota de alcohol en estos días, obviamente no hice caso.

La depresión sigue, no se ha ido aunque pienso que la he manejado muy bien.

Me ha llamado la atención que poco a poco ocurre algo de lo que he escrito anteriormente, siento que vuelvo a ser el mismo de antes, repentinamente las palabras no me salen, sólo dan vueltas por mi cabeza mientras estúpidamente observo el rostro de las personas.

Hoy estaba pensando (bueno, es algo que en realidad siempre he tenido muy presente) en lo horrible que sería llegar a los cuarenta años, ¿para qué una persona va a querer vivir tanto? Qué agobiante estar sobreviviendo en este mundo tan horrible.

Nunca he podido imaginar mi muerte, siempre he tenido temor de morir de una manera muy estúpida y quedar en la memoria de mis familiares y seres cercanos como "El idiota que murió por ser idiota", eso sí me da miedo, ¿la muerte? No, esa no. La mía no. Pero bueno, siempre he pensado que lo más probable es que sea de un disparo en la cabeza.

Maldito horario, ¿ven? ya es media noche y yo no he podido ni siquiera ordenar mis ideas.

Normalmente vuelvo a leer todo lo que escribí para ver si no hay algún horror ortográfico, pero ahorita la verdad tengo mucha hueva y el estómago muy inflamado, así que ahí disculpen el cochinero.



jueves, 29 de marzo de 2018

Más grandes.

Creo que todo era mejor antes.

Antes sólo eran mis cosas y yo, nadie se enteraba de nada, nadie tenía por qué enterarse, no molestaba a nadie. Todo ocurría en mi mente y lo demás era silencio.

Pero es que en realidad una parte de mí anhelaba que alguien escuchara, aún recuerdo esa sensación después de escuchar un "¿Qué te pasa? ¿Por qué no hablas?" Era de las cosas más horribles que podía sentir, tenía tanto por decir y aún así ni una palabra salía de mi boca.

Hace ya varios años sentía que era muy difícil hablar de "mi problema" (me van a disculpar, pero llamarlo por su nombre me empieza a parecer cada vez más ridículo), porque ni siquiera sabía que tenía un problema, no lo podía entender, no podía hablar de algo que no entendía. Gran parte del tiempo pensé que se trataba de algo normal o algo así, después lo entendí pero nunca lo acepté. ¿Por qué? Porque no, algo así no me podía afectar a mí, una persona a la que le vale verga todo.

Lo guardé y lo asimilé durante muchos años, pensando que podría vivir con eso sin ningún problema. Y así fue, durante mucho tiempo así fue, pero poco a poco aparecieron las complicaciones. Después entendí lo que pasaba en realidad, nunca me di cuenta del temor que me causaba el hablar de "eso" por miedo a que me juzgaran y me tacharan de débil, de ser una persona "que no pone de su parte" para estar bien. Cosas así de absurdas llegué a escuchar infinidad de veces.

Digo, me pasó varias veces, incluso con una de mis mejores amigas (al menos eso creía, hoy ya no es nada más que una pendeja).

Me tomó muchos años entender lo que me ocurría, aprendí a vivir conociendo lo que me pasaba, es algo muy extraño y difícil de describir, pero al final así fue. Después poco a poco aprendí a hablar del problema como si se tratara de cualquier otra cosa, pues sí, como debería ser, algo con lo que vives se transforma en cualquier otra cosa.

Hasta la fecha he tenido mucha facilidad para compartir mi situación y creo que es ahí donde está el problema. Creo que es algo que no se debe compartir "así nada más", me he topado con personas que inmediatamente empiezan a juzgar, así nada más, sin tener puta idea de lo que se trata.

Mentiría si no dijera que también me he topado con personas hermosas que aunque no entienden completamente el problema, te demuestran su apoyo y te ayudan a poder salir del horrendo abismo. Personas que saben escuchar y que tratan de entender.

Pero también están los otros:

"Es que échale ganas", "We es que no estés triste", "La vida tiene cosas muy bonitas y no las quieres ver".

Ese tipo de personas me causan asco, me hacen querer ser el yo de antes, regresar a aquellos años en donde nadie sabía nada de mí, cuando todo se mantenía en mi cabeza, meterme a la burbuja y no salir jamás. Que al mismo tiempo es algo raro para una persona a la que le valen verga la cosas, ¿no?

Vuelve a aparecer esa parte de mí, sólo que esta vez anhela que todos se olviden de mí.

Creo que todo era mejor antes, cuando no salían palabras de mi boca.

martes, 27 de febrero de 2018

Letra chica.

No he tomado y me siento bien.

He estado tan ocupado que creo que no he tenido tiempo de pensar en lo que ha ocurrido. El día de hoy en un breve momento de ansiedad me levanté de mi lugar y me fui a preparar un café, por eso mismo me di cuenta de que mi estómago no me ha dado problemas y se siente bien, no hay ardor o inflamación, me siento bien. ¿Cuánto durará esta sensación? No lo sé, se viene un fin de semana divertido y supongo que habrá altas dosis de alcohol.

El café empeora la ansiedad, pero puedo vivir con eso.

En ese breve momento en el que se despejan las ideas y mientras no sabía si ponerle o no azúcar a mi café, recordé en lo horrible que fue vivir en los pasados días, no recuerdo realmente si en algún momento de mi vida ya me había sentido así de mal, con tal magnitud, pero al menos estoy seguro de que no fue en los últimos diez años.

Es horrible sentirse bien y pensar que si eso regresa ahora sí te la va a pelar, porque no, no pasa, llega, se queda y el que se la pela eres tú.

Es lo malo de la depresión, parece no tener cura, pero lo peor es que cuando regresa, lo hace muy en serio, mucho peor.

También me siento mal, porque al decir que "no he tomado", me refiero a que tengo dos días sin tomar y siento que eso ya es mucho.

Ni modo.

domingo, 18 de febrero de 2018

Larga siesta.

Creo que acaba de pasar la semana más dificil.

Tenía AÑOS sin sentirme así, pero creo que por fin ya me libré. ¿Los motivos? No estoy seguro, al principio pensé que sólo se trataba de una acumulación de eventos, después imaginé que podría ser algo relacionado con la abstinencia al hermoso alcohol, pero no sé, lo que importa es que ya pasó.

Fue algo extraño, volví a ser ese que no había sido desde mucho tiempo. Me encerré y me quedé tirado escuchando música.

Me caen muy bien algunas personas, hasta que salen con su pendejada de:

"Oye es que también pon de tu parte, intenta no estar así."

Ok, mira, ¿por qué mejor no chingas a tu madre? Lo peor es que personas muy cercanas a mí, son los que me han dicho tal barbaridad.

No están descubriendo el hilo negro, simplemente no opinen sobre algo que no conocen, algo de lo que no tienen ni la más mínima puta idea, eso se aprecia más.

viernes, 16 de febrero de 2018

Casi.

Hay días en los que imagino que mientras estoy en esta situación, llega alguien a mi puerta para invitarme a salir.

Así nada más, un amigo, una amiga, cualquiera, viejo o nuevo conocido.

Salimos y nos vamos a un bar a pasar un buen rato, la paso tan bien que ni siquiera me doy cuenta de que no tengo ningún tipo de malestar, me olvido de todo.

Después imagino que me niego a abrir la puerta, porque nadie puede llegar sin avisarme, porque nadie puede interrumpir mi situación.

También imagino que hago todo lo contrario a lo que estoy acostumbrado.

A veces imagino que no siento nada.

lunes, 12 de febrero de 2018

Seguir siendo.

It was one of those days.

Everything was fine on my way home, just closed the door, got into my room and everything was so fucked up.

I just couldn't stop hearing those voices all loud:

‘I'm done.

I'm fucking done

I'm sick of this shit’

An endless loop, rushed and overwhelmed.

I just layed on my bed, staring at the ceiling.

‘I'm sick of this shit.’

Like I said, an endless bunch of words.

Needed some distraction, changed my clothes, getting ready for a night run.

Thinking the same words all over again, while I fast walk in the hallway.

Then I clenched my fists and teeth, noticed something wasn't right.

Tried to stop all that ‘fast thinking’ but I just couldn't.

I ended up here writing this kind of shit.

It was one of those days.

Nosotros.

Ayer fue un buen día.

Vinieron las pocas personas a las que aprecio, gente de la que me he alejado últimamente. Ayer me hicieron sentir bien, así nada más, por el simple hecho de estar. No importa cuánto tiempo pase sin verlos, cuando los veo es como si no hubiera pasado el tiempo.

Amo a mis hermanos, no sé qué haría sin mi familia.

Me puse muy borracho, pero muy a gusto.











Hoy es diferente, hoy siento que todo es gris.

No quiero hacer nada ni ver a nadie.









Adiós.

martes, 6 de febrero de 2018

Cómo eran las cosas.

Toda mi vida he frecuentado los mismos lugares, los mismos rumbos. Caminé por las mismas calles durante años. Visitaba a mis amigos en la misma zona, casualmente todos siempre estábamos cerca y podía reunirme con ellos, siempre iba caminando porque las distancias eran relativamente cortas. También mi lugar de trabajo, prácticamente he estado conectado con ese lugar desde que tengo memoria, eso algunas veces también me saca mucho de onda.

Hace un par de años pensé que eso me había hecho daño de alguna manera, el hecho de "hacer siempre los mismo", que en este caso no es el "hacer", diría que es algo más como "frecuentar", y pues, después me di cuenta de que pensar algo así es algo realmente estúpido.

¿Por qué? Porque no es algo que se pueda cambiar, las cosas pasan y en su momento fueron cosas que disfrutaste mucho o poco, pero pasaron y ya. Luego me di cuenta de que es algo que siempre pasa, a cualquier lugar que vaya, no importa lo que sea, algo tan simple como pasar por una calle solitaria en la que en algún momento ocurrió "algo", mi mente inmediatamente empieza a trabajar en ese "algo". Cosa que es completamente normal, los recuerdos a todos nos surgen de repente, el problema es el efecto que tienen, es algo así como un efecto del "tratamiento Ludovico", sólo que en este caso no importa que haya sido algo bueno o malo, siempre me agobia.

Casi todos los lugares por los que paso a diario, me veo ahí, en esas épocas viviendo ese momento, recordando cualquier situación, me veo hablando y compartiendo momentos con personas con las que actualmente no tengo nada que ver.

Lo bueno es que siempre he sido ese al que le es muy fácil "soltar" o "dejar ir", de otra forma no sé qué sería de mí.

En otro día, cualquier otro, uno común y corriente, pensaría todo lo contrario.

Esta depresión ya me está molestando, pero también me gusta que me obliga a regresar a escribir en este lugar.

jueves, 1 de febrero de 2018

Un buen disfraz.

Estás acostumbrado a estar solo, conoces personas pero no te involucras, ¿por qué? Porque fue lo que aprendiste a lo largo de los años, tomas decisiones que te hacen sentir bien, no rindes cuentas a nadie. Piensas que tu vida ya es lo suficientemente complicada como para sumarle problemas o simplemente evitas complicarte por estupideces.

Un día, por alguna extraña razón, conoces a alguien que llama tu atención, te gustan las amistades y permites que entre a tu reducido círculo. Casualmente disfruta de la bebida tanto como tú, hasta tienen bares favoritos en común. Simplemente la pasas bien. Decides darle una oportunidad a alguien, ni tú sabes por qué, pero sientes que tiene algo "diferente" que te hace sentir bien.

Decides darle y darte una oportunidad, todo bien, todo va mejorando. Te sientes bien.

Un día, un pequeño detalle arruina todo, algo que podría ser absurdo a los ojos de muchos, pero que cambia completamente la visión que tú tenías, no es que tú así lo quieras, se siente, es inevitable. Pasa y ya, tal y como ocurrió cuando empezaste a sentir eso "diferente" que llamó tu atención. También hubo algo que repelió esa atención.

Destapa recuerdos que tú tenías bien enterrados, sentimientos de los que te alejaste porque definitivamente no querías volver a sentir, pero ahí están, siempre han estado, sólo faltaba alguien que los detonara.

Al final todo regresa a la normalidad, al menos en ese aspecto eres el mismo de siempre, nada ha cambiado. No estabas equivocado.

¿Les ha pasado?

martes, 30 de enero de 2018

Polar.

Algunas veces no me reconozco, no me entiendo.

No era broma cuando dije que estaba sintiendo cosas que no sentía desde hace 12 años, todo regresa así nada más, como si en realidad nunca se hubiera ido, como tener a un monstruo colgado en la espalda, un ser qué sólo estaba esperando el momento adecuado para aparecer una vez más. Lo peor es que ahora soy más de lo que pensé que podría ser, no sé si seguirá empeorando o quedaré estancado en algún momento. En ese entonces me pedí un cambio, en ese entonces los cambios funcionaban. Hoy todo me vale tanta verga que no considero que sea necesario hacer "algo". Lo raro aquí es que todo me vale tanta verga y a la misma vez todo me agobia.

Hace unos días hablaba con una amiga (muy bella, por cierto) sobre la disminución de mis drunk driving skills. Estuve pensando en todos esos años en los que "así nomás" me aventuraba a manejar en completo estado de ebriedad. Debo admitir (obviamente no estoy orgulloso, pero pss ya qué) que era realmente bueno manejando (o al menos eso pensaba), neta, nunca tuve problemas, me imagino que en mi peda no dejaba de ser cuidadoso, o yo qué sé, digo, había días en los que no sabía ni cómo había llegado a casa y lo primero que hacía era echar un vistazo por la ventana para ver sí el auto estaba ahí.

Todo mal, neta, no lo hagan, nunca.

Ok, el punto era que hace poco (lo admito) decidí volver a salir a tomar, me fui al bar en mi auto. Ya tenía casi un año sin hacerlo y oh sorpresa, me di cuenta que mis drunk driving skills ya no existen, fue una experiencia tan horrible que creo que así fue como debí sentirme en todos esos años en los que me valía madre. Esta vez sabía que estaba pedo, sabía que debía tener cuidado, pero simplemente NO podía manejar. No puedo creer que me haya tomado (jeje "tomado") tanto tiempo darme cuenta de lo malo que es hacer tal estupidez.

Ayer empecé a escribir esto, como en los viejos tiempos la depresión se apoderó de mí y pensé en escribir muchas cosas tristes sin sentido. al final pude controlarlo un poco y simplemente dejé de escribir.

Hoy desperté bien, está padre cuando se va el malestar, voy a ver cuánto dura lejos de mí.

Estaba sentado escuchando mi playlist de canciones tristes y pensé en prepararme un whiskey, pero mejor me serví un cereal de zucaritas con malvaviscos.


domingo, 7 de enero de 2018

Frío.

Veo que el 2015 fue el año en el que decidí volver a escribir en el blog.

Ese año me saca mucho de onda porque me marcó de muchas maneras, lo tengo muy presente, es algo raro, como si todo eso que pasó en realidad hubiera ocurrido hace poco. Me saca de pedo muy cabrón, neta.

Hoy desperté con una sensación de malestar emocional que no sentía desde hace mucho tiempo, obviamente, como lo estuve haciendo los últimos años, no me dejé afectar, afortunadamente todos esos años de "lidiar" con la depresión no fueron en vano, digo, la depresión no desaparece, pero aprendes a lidiar con ella.

Eso me recuerda a una amiga que tuve (que al final resultó que no era mi amiga realmente), era de esas personas que piensan que la depresión es algo que te pasa porque tú quieres, que tú eliges y que está en tí poder evitarla. Le pedía estar con ella para que me ayudara a estar un poquito "mejor" y siempre salía con su "Ay, qué hueva das, ya, deja de sentirte mal y ya".

Ah, pero cuando se trataba de salir a beber o coger, ahí sí siempre pasaba por mí, no importaba en dónde estuviera.

Curiosamente eso también pasó en el 2015. Y bueno, pasó de ser mi mejor amiga, a ser una de las personas que más odio en la vida. Obviamente no la odio por eso (larga historia), pero sólo les quería platicar.

El año pasado creo que me involucré emocionalmente con demasiadas mujeres, algo que no es normal en mí. Con "emocionalmente" me refiero a que ya no las mando a la verga como antes.

Con "mandarlas a la verga" me refiero a que antes siempre les decía algo como:

"Ehm, no somos nada, no me puedes exigir, bye."

Y pues, ya no, no me nace ser así.

Total, siento que esta mala práctica me ha tenido arrastrando demasiadas "emociones" por mucho tiempo, al punto en el que todo se acumula y me hacen pensar que son el motivo del regreso de las depresiones.

O igual y no, tal vez sólo es un mal rato y ya.

La verdad todavía no puedo creer que haya pasado el 2017, siento que estoy atrapado en el 2015.