martes, 30 de enero de 2018

Polar.

Algunas veces no me reconozco, no me entiendo.

No era broma cuando dije que estaba sintiendo cosas que no sentía desde hace 12 años, todo regresa así nada más, como si en realidad nunca se hubiera ido, como tener a un monstruo colgado en la espalda, un ser qué sólo estaba esperando el momento adecuado para aparecer una vez más. Lo peor es que ahora soy más de lo que pensé que podría ser, no sé si seguirá empeorando o quedaré estancado en algún momento. En ese entonces me pedí un cambio, en ese entonces los cambios funcionaban. Hoy todo me vale tanta verga que no considero que sea necesario hacer "algo". Lo raro aquí es que todo me vale tanta verga y a la misma vez todo me agobia.

Hace unos días hablaba con una amiga (muy bella, por cierto) sobre la disminución de mis drunk driving skills. Estuve pensando en todos esos años en los que "así nomás" me aventuraba a manejar en completo estado de ebriedad. Debo admitir (obviamente no estoy orgulloso, pero pss ya qué) que era realmente bueno manejando (o al menos eso pensaba), neta, nunca tuve problemas, me imagino que en mi peda no dejaba de ser cuidadoso, o yo qué sé, digo, había días en los que no sabía ni cómo había llegado a casa y lo primero que hacía era echar un vistazo por la ventana para ver sí el auto estaba ahí.

Todo mal, neta, no lo hagan, nunca.

Ok, el punto era que hace poco (lo admito) decidí volver a salir a tomar, me fui al bar en mi auto. Ya tenía casi un año sin hacerlo y oh sorpresa, me di cuenta que mis drunk driving skills ya no existen, fue una experiencia tan horrible que creo que así fue como debí sentirme en todos esos años en los que me valía madre. Esta vez sabía que estaba pedo, sabía que debía tener cuidado, pero simplemente NO podía manejar. No puedo creer que me haya tomado (jeje "tomado") tanto tiempo darme cuenta de lo malo que es hacer tal estupidez.

Ayer empecé a escribir esto, como en los viejos tiempos la depresión se apoderó de mí y pensé en escribir muchas cosas tristes sin sentido. al final pude controlarlo un poco y simplemente dejé de escribir.

Hoy desperté bien, está padre cuando se va el malestar, voy a ver cuánto dura lejos de mí.

Estaba sentado escuchando mi playlist de canciones tristes y pensé en prepararme un whiskey, pero mejor me serví un cereal de zucaritas con malvaviscos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario