martes, 27 de febrero de 2018

Letra chica.

No he tomado y me siento bien.

He estado tan ocupado que creo que no he tenido tiempo de pensar en lo que ha ocurrido. El día de hoy en un breve momento de ansiedad me levanté de mi lugar y me fui a preparar un café, por eso mismo me di cuenta de que mi estómago no me ha dado problemas y se siente bien, no hay ardor o inflamación, me siento bien. ¿Cuánto durará esta sensación? No lo sé, se viene un fin de semana divertido y supongo que habrá altas dosis de alcohol.

El café empeora la ansiedad, pero puedo vivir con eso.

En ese breve momento en el que se despejan las ideas y mientras no sabía si ponerle o no azúcar a mi café, recordé en lo horrible que fue vivir en los pasados días, no recuerdo realmente si en algún momento de mi vida ya me había sentido así de mal, con tal magnitud, pero al menos estoy seguro de que no fue en los últimos diez años.

Es horrible sentirse bien y pensar que si eso regresa ahora sí te la va a pelar, porque no, no pasa, llega, se queda y el que se la pela eres tú.

Es lo malo de la depresión, parece no tener cura, pero lo peor es que cuando regresa, lo hace muy en serio, mucho peor.

También me siento mal, porque al decir que "no he tomado", me refiero a que tengo dos días sin tomar y siento que eso ya es mucho.

Ni modo.

domingo, 18 de febrero de 2018

Larga siesta.

Creo que acaba de pasar la semana más dificil.

Tenía AÑOS sin sentirme así, pero creo que por fin ya me libré. ¿Los motivos? No estoy seguro, al principio pensé que sólo se trataba de una acumulación de eventos, después imaginé que podría ser algo relacionado con la abstinencia al hermoso alcohol, pero no sé, lo que importa es que ya pasó.

Fue algo extraño, volví a ser ese que no había sido desde mucho tiempo. Me encerré y me quedé tirado escuchando música.

Me caen muy bien algunas personas, hasta que salen con su pendejada de:

"Oye es que también pon de tu parte, intenta no estar así."

Ok, mira, ¿por qué mejor no chingas a tu madre? Lo peor es que personas muy cercanas a mí, son los que me han dicho tal barbaridad.

No están descubriendo el hilo negro, simplemente no opinen sobre algo que no conocen, algo de lo que no tienen ni la más mínima puta idea, eso se aprecia más.

viernes, 16 de febrero de 2018

Casi.

Hay días en los que imagino que mientras estoy en esta situación, llega alguien a mi puerta para invitarme a salir.

Así nada más, un amigo, una amiga, cualquiera, viejo o nuevo conocido.

Salimos y nos vamos a un bar a pasar un buen rato, la paso tan bien que ni siquiera me doy cuenta de que no tengo ningún tipo de malestar, me olvido de todo.

Después imagino que me niego a abrir la puerta, porque nadie puede llegar sin avisarme, porque nadie puede interrumpir mi situación.

También imagino que hago todo lo contrario a lo que estoy acostumbrado.

A veces imagino que no siento nada.

lunes, 12 de febrero de 2018

Seguir siendo.

It was one of those days.

Everything was fine on my way home, just closed the door, got into my room and everything was so fucked up.

I just couldn't stop hearing those voices all loud:

‘I'm done.

I'm fucking done

I'm sick of this shit’

An endless loop, rushed and overwhelmed.

I just layed on my bed, staring at the ceiling.

‘I'm sick of this shit.’

Like I said, an endless bunch of words.

Needed some distraction, changed my clothes, getting ready for a night run.

Thinking the same words all over again, while I fast walk in the hallway.

Then I clenched my fists and teeth, noticed something wasn't right.

Tried to stop all that ‘fast thinking’ but I just couldn't.

I ended up here writing this kind of shit.

It was one of those days.

Nosotros.

Ayer fue un buen día.

Vinieron las pocas personas a las que aprecio, gente de la que me he alejado últimamente. Ayer me hicieron sentir bien, así nada más, por el simple hecho de estar. No importa cuánto tiempo pase sin verlos, cuando los veo es como si no hubiera pasado el tiempo.

Amo a mis hermanos, no sé qué haría sin mi familia.

Me puse muy borracho, pero muy a gusto.











Hoy es diferente, hoy siento que todo es gris.

No quiero hacer nada ni ver a nadie.









Adiós.

martes, 6 de febrero de 2018

Cómo eran las cosas.

Toda mi vida he frecuentado los mismos lugares, los mismos rumbos. Caminé por las mismas calles durante años. Visitaba a mis amigos en la misma zona, casualmente todos siempre estábamos cerca y podía reunirme con ellos, siempre iba caminando porque las distancias eran relativamente cortas. También mi lugar de trabajo, prácticamente he estado conectado con ese lugar desde que tengo memoria, eso algunas veces también me saca mucho de onda.

Hace un par de años pensé que eso me había hecho daño de alguna manera, el hecho de "hacer siempre los mismo", que en este caso no es el "hacer", diría que es algo más como "frecuentar", y pues, después me di cuenta de que pensar algo así es algo realmente estúpido.

¿Por qué? Porque no es algo que se pueda cambiar, las cosas pasan y en su momento fueron cosas que disfrutaste mucho o poco, pero pasaron y ya. Luego me di cuenta de que es algo que siempre pasa, a cualquier lugar que vaya, no importa lo que sea, algo tan simple como pasar por una calle solitaria en la que en algún momento ocurrió "algo", mi mente inmediatamente empieza a trabajar en ese "algo". Cosa que es completamente normal, los recuerdos a todos nos surgen de repente, el problema es el efecto que tienen, es algo así como un efecto del "tratamiento Ludovico", sólo que en este caso no importa que haya sido algo bueno o malo, siempre me agobia.

Casi todos los lugares por los que paso a diario, me veo ahí, en esas épocas viviendo ese momento, recordando cualquier situación, me veo hablando y compartiendo momentos con personas con las que actualmente no tengo nada que ver.

Lo bueno es que siempre he sido ese al que le es muy fácil "soltar" o "dejar ir", de otra forma no sé qué sería de mí.

En otro día, cualquier otro, uno común y corriente, pensaría todo lo contrario.

Esta depresión ya me está molestando, pero también me gusta que me obliga a regresar a escribir en este lugar.

jueves, 1 de febrero de 2018

Un buen disfraz.

Estás acostumbrado a estar solo, conoces personas pero no te involucras, ¿por qué? Porque fue lo que aprendiste a lo largo de los años, tomas decisiones que te hacen sentir bien, no rindes cuentas a nadie. Piensas que tu vida ya es lo suficientemente complicada como para sumarle problemas o simplemente evitas complicarte por estupideces.

Un día, por alguna extraña razón, conoces a alguien que llama tu atención, te gustan las amistades y permites que entre a tu reducido círculo. Casualmente disfruta de la bebida tanto como tú, hasta tienen bares favoritos en común. Simplemente la pasas bien. Decides darle una oportunidad a alguien, ni tú sabes por qué, pero sientes que tiene algo "diferente" que te hace sentir bien.

Decides darle y darte una oportunidad, todo bien, todo va mejorando. Te sientes bien.

Un día, un pequeño detalle arruina todo, algo que podría ser absurdo a los ojos de muchos, pero que cambia completamente la visión que tú tenías, no es que tú así lo quieras, se siente, es inevitable. Pasa y ya, tal y como ocurrió cuando empezaste a sentir eso "diferente" que llamó tu atención. También hubo algo que repelió esa atención.

Destapa recuerdos que tú tenías bien enterrados, sentimientos de los que te alejaste porque definitivamente no querías volver a sentir, pero ahí están, siempre han estado, sólo faltaba alguien que los detonara.

Al final todo regresa a la normalidad, al menos en ese aspecto eres el mismo de siempre, nada ha cambiado. No estabas equivocado.

¿Les ha pasado?