jueves, 31 de diciembre de 2015

Al fin sucede.

Creo que el 2015 ha sido el año más extraño, no creo poder llamarlo de otra manera más adecuada.

Estuvo lleno de muchas alegrías, hice varios viajes en los que me divertí bastante, tuve la fortuna de ir a Chicago, en donde me recibió uno de mis más viejos y buenos amigos. También el viaje a Zacatecas, Jerez y Tepetongo, acompañado de un grupo inigualable de amigos (y hermanos). El viaje a Mazatlán, viaje que era justo y necesario, también acompañado de uno de mis mejores amigos, y el viaje a Monterrey para ver a The Strokes, que a mi parecer, ha sido el concierto que más he disfrutado en mi vida.

La relación con mis hermanos se hizo aún más fuerte, me embriagué junto a ellos todas las veces que pude. También tuve la suerte de conocer mujeres que disfrutan de una buena charla acompañada de alcohol, de contarles las cosas con toda la confianza del mundo.

En el aspecto laboral hay un panorama muy alentador, la rutina desaparece constantemente, a mis jefes les tengo mucho aprecio, saben que pueden confiar en mi y yo confío en ellos.

En mi vida siempre he disfrutado de la soledad, pero creo que nunca había disfrutado tanto hacer las cosas solo como lo hice en este año.

Y bueno, en general conocí gente muy especial, nuevos amigos, gente que está conmigo por lo que soy y no por costumbre, gente que me busca para echar una platicada, para ir a correr o para unos tragos.

También estuvo lleno de muchas cosas que me afectaron de cierta manera, cosas importantes y otras no tanto, pero que aún así son algo tristes.

El robo que sufrí en el cajero, el robo de mi auto, salud de mis seres amados. Perdí amistades muy importantes (al menos para mí) sin razón alguna, hasta la fecha no lo he podido entender, fue algo triste, pero tampoco es algo que me quite el sueño. Emocionalmente debo aceptar que las cosas van empeorando, no he cumplido mi palabra de tratarme, pero espero no pase más tiempo para hacerlo.

¿Y qué más les puedo decir?

Ya saben, el año nuevo para mi siempre ha sido una mamada, no termina un ciclo, todo sigue igual pero con un un número diferente, es sólo una unidad de tiempo. No aprendí ni una de esas pendejas lecciones de vida, porque ya tengo 27 años, esas cosas las aprendimos (creo yo) hace mucho tiempo.

No espero ninguna sorpresa, haré lo que yo quiera y libraré lo que me encuentre a mí, así es, como lo he estado haciendo todos estos años, todo eso mientras me tomo un vaso de whiskey.

Salud.


domingo, 20 de diciembre de 2015

Domingo perpetuo.

Parece que el post pasado fue todo un reto para diciembre, si diciembre había empezado mal, se puso mucho peor.

Fue algo más o menos así:

"Ah, ¿te gusta mucho este mes? Bueno, ahí te va."

Todo empezó a ir tan mal que ya no vale la pena mencionarlo. ¿Me arruinaron mi diciembre? En cierto modo, sí, pero aún quedan unos pocos días para disfrutar, que así como han ido las cosas, no me sorprendería que todo se fuera aún más a la mierda.

Pero bueno, al final de todo esto siempre me quedo con el mismo aprendizaje:

Puedo ser feliz a pesar de todo.

jueves, 3 de diciembre de 2015

Desierto.

Diciembre, el mes que más me gusta, en el que siempre hay una sonrisa en mi cara.

En el que recuerdo lo horrible que la pasé en años anteriores y que ahora tan sólo me hace notar lo pendejo que fui al dejarme afectar por cosas tan humanas.

En fin, cosas que a todos nos pasan.

Apenas va iniciando el mes y ya la he pasado muy mal. Estrés, enfermedades, daños, muchas cosas a las que hacía mucho no me enfrentaba. pero ni eso es suficiente para arruinarlo.

¿Por qué me gusta tanto?

No estoy seguro realmente, pero supongo que tiene mucho que ver con los momentos etílicos con mi pequeña familia, las borracheras con mis amigos, los hermosos paisajes muertos o las inevitables jornadas dobles en el trabajo, que aunque son muy pesadas, termino siempre satisfecho.

He tenido tanto para escribir, pero también he tenido muy pocas ganas, todo queda en borradores de apenas unas diez palabras.

El otro día una señora me dijo que no soy nada empático, y pues, no sé, inmediatamente se me vinieron a la mente esos momentos en los que mis amigos me dicen que estoy muerto por dentro, seguido de un "Ah ok, señora".

Estos últimos días he pensado mucho en mi poca tolerancia a las actitudes pendejas de las personas, de cómo cualquier cosa me parece absurda y pendeja, del grave conflicto que se genera con mi regla de "No juzgues a los demás, déjalos ser pendejos y ya", es dificil ¿saben?

Los odio por pendejos, pero a la vez no los odio porque así son. O sea, así de pendejos, así los respeto.

Eso y muchos otros conflictos personales que no entiendo, empiezan a convertirse en una cosa TAN compleja que da hueva, en verdad a veces hasta siento que no quiero que se resuelvan. Aunque siempre hay una manera para desplazarlos, obvio, con mi amiga la cerveza.

Pero bueno, es diciembre, en diciembre siempre tenemos bonitos momentos y también unos muy culeros, pero esos no importan tanto.



¿La navidad? Na, eso es una estupidez.


Chinga tu madre.