martes, 31 de diciembre de 2019

Nudo.

No sé desde cuándo, pero diciembre es mi mes favorito. Me gusta su clima, los adornos, las reuniones, todo. Es la única temporada que vale la pena.

Traté de disfrutarlo al máximo y siento que lo hice, pero aún así siento un vacío muy extraño. Necesito más diciembre. Lo que sigue me deprime bastante, ver cómo es todo en realidad y que la temporada usa sólo una máscara buena onda.

Disfrutar salir a la calle, al mismo tiempo odiar las multitudes y todo ese ruido. El mundo se siente menos horrible.

Tener que esperar tanto tiempo para volver a sentir esto y que el resto de los días sean sólo algo tan incómodo. No lo digo yo, así se siente y no se puede hacer nada para cambiarlo.

Han ocurrido muchas cosas y he querido escribir muchas cosas. Estoy haciendo todo lo posible para que este lugar no quede abandonado. Y lo digo por mí, que vengo seguido a leer lo que escribo. Escribir lo que siento me ayuda de cierta manera. Me gusta escribir cosas reales y cosas que por alguna razón sólo existen en mi cabeza.

La depresión me ayuda mucho a tener ganas de escribir, pero recientemente me he deprimido tanto que quedo inhabilitado para escribir, por un lado creo que está bien, no quiero leer una y otra vez las ganas que tengo de matarme o sobre recuerdos dolorosos.

Todo pasa y la vida no tarda en pasar.